Se considera a una persona incapaz de resistir cuando se encuentra en condiciones de limitación física, trastorno mental, temor, trastorno oníricos (trastorno del sueño, catárticos, sonambulismo, hipnosis), epilepsia, constreñimiento, indefensión por edad o por perdida de la conciencia derivada del consumo de bebidas embriagantes o sustancias psicotrópicas.
Cuando la persona se encuentra en incapacidad de resistir es de fácil manejo por parte del agresor sexual y por tanto, el lugar de los hechos puede de igual manera ser fácilmente manipulado; pero sin lugar a dudas; no existe el “crimen perfecto” y de hecho siempre se conservara el principio de edmund locard que trata sobre la transferencia involuntaria de evidencias entre el trió que se conforma durante el desarrollo de un hecho delictivo (victimario, victima y lugar de ocurrencia).
De esta manera podremos decir, que cuando la víctima ha sido incapaz de resistir, la búsqueda de evidencia traza y en el examen médico forense de la misma.
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