Los delitos sexuales premeditados implican una previa preparación, por lo cual los victimarios, en su gran mayoría, son familiares, vecinos o personas conocidas por la victima. Al realizar la planeación del hecho, el victimario ha escogido el tiempo, modo y lugar, en los que va a realizar su cometido, con lo cual “asegura” la comisión del delito.
En esta forma del delito sexual, casi siempre el único testigo del hecho, es la victima; por lo cual se hace indispensable la realización permanente de campañas educativas y de sensibilización para que las víctimas sean tratadas profesionalmente y se genere un ambiente de confianza en las instituciones que cumplen funciones de policía judicial.
Cuando el hecho ha sido denunciado oportunamente, los investigadores deben acudir con la mayor prontitud al lugar del hecho y así evitar que se pierdan importantes evidencias; el procedimiento a seguir para estos casos debe ser realizado con precaución y muy detalladamente.
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